martes, 12 de abril de 2011

Festival “Sonido Argie” en el Salón Real



En una de esas raras noches porteñas, cuatro de las bandas más pujantes de la escena independiente local combinaron la emotividad de los sintetizadores con la irreverencia de las guitarras para sobreponerse a los problemas de sonido. Más allá de esas fallas técnicas, Abducidos, Los Reyes del Falsete, Viva Elástico y Michael Mike resultaron un combo irresistible mixturando diferentes matices.

Por Juan Castiglione
Fotografía de María Belén Casali

Buenos Aires, 12 abril (Agencia NAN-2011).- "Oh, eso que suena en la radio/ no cuestiona nada y te pone bien", exclama con algo de razón Alejandro Schuster en la fría madrugada del sábado, mientras comanda su navío, Viva Elástico, hacía tierra firme; una tierra firme que en la segunda edición del festival “Sonido Argie” costó divisar, debido a los embates de las cajas de sonido por demás indomables que atentaron a lo largo de la noche contra las buenas intenciones, las ideas, los sentimientos y los power chords de cuatro de las bandas más pujantes de la escena independiente local.

Abducidos, Los Reyes Del Falsete, Viva Elástico y Michael Mike resultaron, a pesar de los inconvenientes, un combo irresistible y llevaron al público a un viaje sónico con variados y jugosos vértices, dejando más que satisfechos a los oídos -en su mayoría sub 20- que colmaron el glamoroso y estéril Salón Real. Organizado por el sello independiente Triple RRR, el festival cuyo nombre proviene de la manera despectiva con la que los kelpers denominan a los argentinos intenta destacar, según su ideólogo Bernardo Dimanmenendez, “cómo la influencia de la música anglosajona en el rock nacional fue modificándose con el paso del tiempo, a partir de la forma en que los músicos locales fueron creando estilos y formas propias de composición”.

El reloj marcaba la 1:00 puntual cuando Abducidos, con su cóctel de influencias que van desde el Daniel Melero de Los Encargados a Los látigos, pasando por el Virus más electro pop, subió a un escenario decorado de un riguroso mapa físico de las Islas Malvinas. Pese a las buenas intenciones del cuarteto(y canciones como "Mi otro mundo", "Frecuencias", la ecléctica "Ruido y control"), la presentación se vio opacada por lo que iba a transformarse en una constante de la jornada: problemas de acústica, bajos que no se escuchaban y voces que se perdían en la mezcla. Con el agregado de un público que, a la espera de las restantes bandas, recibió tibiamente la interesante propuesta comandada Marcelo Gomez en voz, programaciones y teclados.

Las gargantas todavía hacían cola en la barra en pos de conseguir una cerveza, cuando irrumpieron con su power rock desfachatado, su tormenta de baterías, y unas armonías vocales que remiten al costado más flashero de los Beach Boys, los ya “célebres” Reyes del Falsete. La banda de los hermanos Corley y Juan Cianfagna durante la primera mitad del set fue un eterno solo de batería, ya que el deficiente sonido volvió a meter el palo en la rueda. Repasando algunos de los temas de su primer disco, como "Mi chica", "El gran cohete", "Yabrán", "El telefonista loco" y otros que formarán parte de su próxima producción, como "Chacal guarango"y "Se lo guardó", los falsetes hicieron uso de sus principales armas: dos guitarras de alto octanaje (que a medida que fue transcurriendo el show, se hicieron notar cada vez más) permanentemente en perfecta sintonía, dos voces que se amalgaman como un buen bizcochuelo marmolado y una batería que marca el ritmo con la potencia de un batallón de infantería. Y aún así, permitiéndose algunos pasajes por demás intimistas, como en la aterciopelada "Tifi Rex", en un recital que fue de menor a mayor.

La salida a escena de Viva Elástico se alargó más de lo esperado, con nuevos problemas de sonido que no se solucionaban, idas y vueltas, y un murmullo que se hacía cada vez más generalizado. Las dificultades finalmente cesaron (o casi) y la banda, considerada por muchos como “la gran cosa nueva”, salió a comerse el escenario de la calle Sarmiento. Conjugando la épica indie de Él Mató a Un Policia Motorizado, el power pop de The Undertones y la elegancia de Suede, Viva Elástico se mostró en gran forma a lo largo de su enérgico repertorio. Con presencia escénica envidiable y pinta de eterno beatiful loser, Ale Schuster hipnotizó, con voz clara, directa, melancólica. Se sumaron letras típicas del manual de vida de cualquier post-adolescente, y estribillos que corearía hasta la barra brava de Los Andes. Sobrados atributos que hacen de la banda de Longchamps un evento obligado en toda agenda musical.

La noche ya empezaba a acercarse cada vez más al crepúsculo matinal, y fue momento para que Michael Mike saliera a la cancha. Con 8 integrantes Michael Mike, más que una banda, es un equipo de papi fútbol. Eficaces y explosivos, con su pastiche de sonidos que dan forma a un techno-rock cubierto con una gruesa capa de hip-hop divertido e irreverente, el grupo surgido en los confines del barrio de Saavedra puso a bailar a propios y ajenos. Un recital que Tomás Justo (integrante de los también prolíficos Onda Vaga) dedicó a Messi porque, bueno, se parece a él. Un set compacto y contundente, que abarcó temas de sus producciones discográficas Delen, Ama tu Ritmo y el flamante Nena o neno, y que se encargó de dar cierre a una jornada signada por una avanzada musical que combina la emotividad de los sintetizadores, la irreverencia de las guitarras, los guiños a décadas pasadas y una prosa que no suena en la radio pero que nos habla de chicas en bombacha, de imaginar imágenes de amor y de ser negro: querer rimar culo con duro y terminar rimándolo, finalmente, con rulo, rulo, rulo.

http://agencianan.blogspot.com/2011/04/festival-sonido-argie-en-el-salon-real.html

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